Juliana Cassataro estudió Ciencias Biológicas en la Universidad Nacional de Mar del Plata. En plena pandemia, encabeza un equipo de científicos y científicas que desarrolla una vacuna para combatir el virus.
“Mi sueño es que todo este trabajo algún día pueda aplicarse a la salud humana”, dijo la doctora Juliana Cassataro luego de ganar en 2017 el Premio Bernardo Houssay en la categoría Ciencias de la Salud por sus avances en el desarrollo de vacunas orales.
Tres años después, su sueño podría ser alcanzado. ¿Por qué? Por la pandemia de coronavirus. Cassataro estudió Ciencias Biológicas en la Universidad Nacional de Mar del Plata y trabaja en el desarrollo de una vacuna contra el virus Covid-19 junto a un grupo de científicos y científicas del Conicet y de la Universidad de San Martín (Unsam).
El proyecto se trata de la primera iniciativa de este tipo en Latinoamérica y se suma a los más de 115 de desarrollo de vacunas que hay en el mundo para combatir el coronavirus.
El equipo que conforman once científicos y científicas ganó un subsidio de 100 mil dólares otorgado por la Unidad Coronavirus -Agencia de Investigación que depende del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT)- para lograr el desarrollo de una vacuna. Según explicó Cassataro, apuntan a probar en “alrededor de nueve a doce meses” la etapa preclínica. A partir de allí, si obtienen resultados positivos, será clave la obtención de mayor financiamiento para iniciar la etapa clínica.
“Estamos recién empezando, es un proyecto que nos financió la Unidad Coronavirus del MINCyT hace 15 días. Somos un grupo multidisciplinario de inmunólogos, que ya veníamos trabajando en vacunas, virólogos y expertos en estructura de proteínas”, dijo a Infobae la doctora del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIB-INTECH) de la Universidad de San Martín.
Juliana Cassataro. (FOTO: Unsam)
Impulsados por el avance en otros países del mundo en cuanto al desarrollo de una vacuna y con el interrogante si valía la pena probar una en Argentina, los expertos se presentaron a la convocatoria y obtuvieron el apoyo económico de las autoridades nacionales.
“Ahora estamos en la parte en la que los especialistas virólogos y de estructura de proteínas se encuentran eligiendo cuáles son las partes del virus (SARS-CoV-2) que se van a usar en la vacuna, porque nos queremos asegurar que tenga los antígenos de la cepa que circula en nuestra región”, precisó la especialista en inmunología.
Luego, mencionó que continuarán con las pruebas “con diferentes adyuvantes o formulaciones en ratones para ver la inmunogenicidad, y ver cual de todos los que probamos da la respuesta que buscamos”. Apuntan a dar con anticuerpos que neutralicen el virus.
“Lo que vamos a desarrollar es una fórmula de vacunas a subunidad, con proteínas recombinantes, como la que se da contra la Hepatitis B“, amplió Cassataro en contacto con el medio nacional.
“Pero vamos a probar también con adyuvantes conocidos como los que se dan contra la influenza estacional y también probaremos unos compuestos que tenemos patentados con el Conicet y Unsam que mejoran la administración oral“, agregó.
“Probaremos las dos cosas: es decir, la vía oral y parentenal -se aplica por vía intramuscular o a través de la piel (subcutánea)- y la que funcione mejor y además sea más económica en cuanto a su producción y facilidad de administración es la que vamos a seguir“, detalló la egresada de la Universidad Nacional de Mar del Plata.